Ahí quedan los momentos de los que nadie sabe nada: las oraciones antes de las celebraciones entre el cansancio de ir de misa en misa, los pases de escoba y trapo limpiando el polvo y la porquería que nadie limpiaba, las preocupaciones diversas por llevar las parroquias lo mejor posible, etc, etc.
Hoy es un día para tragar saliva y celebrar sin emocionarse. No voy a hacer grandes ni emotivos discursos; no es mi estilo. Pero por dentro sí que estaré tragando emociones y recuerdos.
Le doy gracias a Dios por estos años y por tanta gente que ha puesto en mi camino y en los que descubro su propio paso por mi vida; gente sencilla y acogedora que siempre llevaré en el corazón y que me han acercado, aún sin saberlo, a mi vocación sacerdotal.
Mis primeras parroquias: para siempre en el recuerdo.
¡Que Dios os siga acompañando y que la Virgen del Acebo os proteja!.
Mucha suerte y bendiciones para tu nuevo destino,Julian. Amparo, Grandas
ResponderEliminarDecía el Gran filosofo Otomono Armandichenco Beranuscaya(1958 - 2060), que la vida es una partida de ajedrez que jugamos contra Dios y El, siempre juega con blancas ;)
ResponderEliminarNo hay placer mayor que ir caminando por la vida dejando atrás bonitos recuerdos. Mucha suerte en los que están por llegar en la nueva aventura. Un abrazo amiguete! ;-))
ResponderEliminarQue Dios te recompense todo el trabajo que has hecho en esta zona. Un saludo Neyo
ResponderEliminar