domingo, 9 de octubre de 2011

Día de despedidas

Hoy es un día de despedidas. Un día en el que cerrar etapas: última misa en Cibuyo y en Posada. Y ayer en Noceda. Es cierto que volveré (eso seguro) pero ya no como párroco sino de visita a ver a los amigos que dejo por aquí.

Ahí quedan los momentos de los que nadie sabe nada: las oraciones antes de las celebraciones entre el cansancio de ir de misa en misa, los pases de escoba y trapo limpiando el polvo y la porquería que nadie limpiaba, las preocupaciones diversas por llevar las parroquias lo mejor posible, etc, etc.

Hoy es un día para tragar saliva y celebrar sin emocionarse. No voy a hacer grandes ni emotivos discursos; no es mi estilo. Pero por dentro sí que estaré tragando emociones y recuerdos.

Le doy gracias a Dios por estos años y por tanta gente que ha puesto en mi camino y en los que descubro su propio paso por mi vida; gente sencilla y acogedora que siempre llevaré en el corazón y que me han acercado, aún sin saberlo, a mi vocación sacerdotal.

Mis primeras parroquias: para siempre en el recuerdo.
¡Que Dios os siga acompañando y que la Virgen del Acebo os proteja!.


4 comentarios:

  1. Mucha suerte y bendiciones para tu nuevo destino,Julian. Amparo, Grandas

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  2. Decía el Gran filosofo Otomono Armandichenco Beranuscaya(1958 - 2060), que la vida es una partida de ajedrez que jugamos contra Dios y El, siempre juega con blancas ;)

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  3. No hay placer mayor que ir caminando por la vida dejando atrás bonitos recuerdos. Mucha suerte en los que están por llegar en la nueva aventura. Un abrazo amiguete! ;-))

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  4. Que Dios te recompense todo el trabajo que has hecho en esta zona. Un saludo Neyo

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